No enfrenta aranceles, la oferta de trabajos es muy variada y tiene diversas ventajas logísticas. Así se resume el panorama de los servicios especializados, un área productiva donde los expertos aún identifican nichos para la economía costarricense.
Aprovecharlo, eso sí, dependerá de varios esfuerzos que van desde la parte educativa hasta las regulaciones en países cercanos, donde podrían venderse aún más servicios.
“Costa Rica es el país de la región latinoamericana que tiene prácticamente cero barreras regulatorias, es decir a la importación de este tipo de comercio. Somos el país #1 en exportaciones per cápitas de servicios modernos o servicios digitales, entiéndase todo lo que se puede mandar o surtir através de internet”, explica Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica.
Cabe destacar dentro de esa lectura el peso que ha logrado Costa Rica dentro de ese mercado de servicios. Esto pese a tener un tamaño menor que el de otras economías del área.
Puntos extra para servicios especializados
La presencia de los servicios especializados, apunta el experto, ya es clave dentro de la producción nacional.
“Es un sector con un altísimo valor agregado que muestra tasas de crecimiento durante las últimas décadas de alrededor de 14% por año”, anota.
Según detalla el experto, eso sí, hay desafíos por atender para poder aprovechar el potencial esperado.
“Es un sector muy intensivo en recursos humanos. Me parece que es un nicho de mercado que está creciendo a nivel mundial más que el crecimiento de los servicios corrientes o el crecimiento de los bienes”, dijo.
“Por ende, apostarle a este sector fortaleciendo el recurso humano del país, continuar con toda la mejora posible en telecomunicaciones”, amplió.
OBSERVE MÁS: El vaso medio lleno del arancel de Trump: los beneficios del Cafta y otras medidas que puede aprovechar Costa Rica
Finalmente, puntualiza que si bien no hay aranceles, sí existen regulaciones que pueden complicar su comercialización. Latinoamérica, principalmente, es cuna de esas trabas cuyo abordaje podría ampliar los espacios para Costa Rica.
“Exportamos principalmente a los Estados Unidos porque allá las regulaciones son muy claras y se exporta también a Europa. América Latina es quizás el mercado más pequeño para nosotros y es ahí donde más regulaciones tenemos. Es talvez a nivel latinoamericano donde más esfuerzo deberíamos hacer en eliminar esas regulaciones para que el comercio entre nosotros sea más fluido en servicios digitales.
Servicios cada vez tienen más peso
Monge expuso en análisis en la presentación del Estado de la Región, documento que incluye entre sus variables diversos aspectos sobre el comercio exterior e inversión en Centroamérica.
Dicho texto resalta también cómo el sector servicios se ha convertido en eje clave de la región.
“En el año 2023 casi dos terceras partes del PIB de los países de la región estuvieron asociadas a actividades de servicios. Y en el período 1990-2023 este sector aumentó su peso relativo en la economía de la mayor parte de los países de la región entre 7,7 y 15,8 puntos porcentuales”, apuntan.
Cada uno a su ritmo en América Central
Retomando los detalles internacionales, el Estado de la Región analiza como en pocas décadas el perfil económico de los países cambió.
“Las economías de Centroamérica y República Dominicana experimentaron profundas transformaciones como consecuencia del reemplazo de la estrategia de sustitución de importaciones, que predominó durante el tercer cuarto del Siglo XX, a una estrategia de promoción de exportaciones y atracción de flujos de inversión extranjera directa, turismo y remesas”, explican.
“Durante tres décadas y media, el sector de servicios y, en menor medida, la industria desplazaron gradualmente al sector agrícola”, ampliaron.
El detalle radica en que cada país se ha movido a su ritmo. De esta manera, las diferencias económicas entre los países se multiplicaron casi cuatro veces.
OBSERVE MÁS: Exportaciones de bienes desde Costa Rica crecen a doble dígito al inicio de este año
Destaca también que si bien hay crecimientos mayores a los de los promedios de América Latina, en materia de calidad estos no han dado el salto óptimo.
“Ese desempeño ha estado asociado a la incorporación de una cantidad cada vez mayor de personas al mercado de trabajo. No a mejoras en la productividad laboral”, apuntan.
A manera de prueba, exponen que en 2023 el producto por trabajador promedio de la región fue de $36.688 dólares. El número es un 16% más bajo que el promedio latinoamericano. La cifra es apenas 33% del nivel promedio de este indicador en los países de la Unión Europea y un 24% del de Estados Unidos.
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No enfrenta aranceles, la oferta de trabajos es muy variada y tiene diversas ventajas logísticas. Así se resume el panorama…
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No enfrenta aranceles, la oferta de trabajos es muy variada y tiene diversas ventajas logísticas. Así se resume el panorama de los servicios especializados, un área productiva donde los expertos aún identifican nichos para la economía costarricense.
Aprovecharlo, eso sí, dependerá de varios esfuerzos que van desde la parte educativa hasta las regulaciones en países cercanos, donde podrían venderse aún más servicios.
“Costa Rica es el país de la región latinoamericana que tiene prácticamente cero barreras regulatorias, es decir a la importación de este tipo de comercio. Somos el país #1 en exportaciones per cápitas de servicios modernos o servicios digitales, entiéndase todo lo que se puede mandar o surtir através de internet”, explica Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica.
Cabe destacar dentro de esa lectura el peso que ha logrado Costa Rica dentro de ese mercado de servicios. Esto pese a tener un tamaño menor que el de otras economías del área.
La presencia de los servicios especializados, apunta el experto, ya es clave dentro de la producción nacional.
“Es un sector con un altísimo valor agregado que muestra tasas de crecimiento durante las últimas décadas de alrededor de 14% por año”, anota.
Según detalla el experto, eso sí, hay desafíos por atender para poder aprovechar el potencial esperado.
“Es un sector muy intensivo en recursos humanos. Me parece que es un nicho de mercado que está creciendo a nivel mundial más que el crecimiento de los servicios corrientes o el crecimiento de los bienes”, dijo.
“Por ende, apostarle a este sector fortaleciendo el recurso humano del país, continuar con toda la mejora posible en telecomunicaciones”, amplió.
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Finalmente, puntualiza que si bien no hay aranceles, sí existen regulaciones que pueden complicar su comercialización. Latinoamérica, principalmente, es cuna de esas trabas cuyo abordaje podría ampliar los espacios para Costa Rica.
“Exportamos principalmente a los Estados Unidos porque allá las regulaciones son muy claras y se exporta también a Europa. América Latina es quizás el mercado más pequeño para nosotros y es ahí donde más regulaciones tenemos. Es talvez a nivel latinoamericano donde más esfuerzo deberíamos hacer en eliminar esas regulaciones para que el comercio entre nosotros sea más fluido en servicios digitales.
Monge expuso en análisis en la presentación del Estado de la Región, documento que incluye entre sus variables diversos aspectos sobre el comercio exterior e inversión en Centroamérica.
Dicho texto resalta también cómo el sector servicios se ha convertido en eje clave de la región.
“En el año 2023 casi dos terceras partes del PIB de los países de la región estuvieron asociadas a actividades de servicios. Y en el período 1990-2023 este sector aumentó su peso relativo en la economía de la mayor parte de los países de la región entre 7,7 y 15,8 puntos porcentuales”, apuntan.
Retomando los detalles internacionales, el Estado de la Región analiza como en pocas décadas el perfil económico de los países cambió.
“Las economías de Centroamérica y República Dominicana experimentaron profundas transformaciones como consecuencia del reemplazo de la estrategia de sustitución de importaciones, que predominó durante el tercer cuarto del Siglo XX, a una estrategia de promoción de exportaciones y atracción de flujos de inversión extranjera directa, turismo y remesas”, explican.
“Durante tres décadas y media, el sector de servicios y, en menor medida, la industria desplazaron gradualmente al sector agrícola”, ampliaron.
El detalle radica en que cada país se ha movido a su ritmo. De esta manera, las diferencias económicas entre los países se multiplicaron casi cuatro veces.
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Destaca también que si bien hay crecimientos mayores a los de los promedios de América Latina, en materia de calidad estos no han dado el salto óptimo.
“Ese desempeño ha estado asociado a la incorporación de una cantidad cada vez mayor de personas al mercado de trabajo. No a mejoras en la productividad laboral”, apuntan.
A manera de prueba, exponen que en 2023 el producto por trabajador promedio de la región fue de $36.688 dólares. El número es un 16% más bajo que el promedio latinoamericano. La cifra es apenas 33% del nivel promedio de este indicador en los países de la Unión Europea y un 24% del de Estados Unidos.
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