La producción agropecuaria y la actividad constructiva continuaron en terreno negativo durante abril de 2025, según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) con corte a abril, publicado este 11 de junio por el Banco Central de Costa Rica.
El sector agropecuario registró una contracción interanual de 1,6%, acumulando seis meses consecutivos de caídas.
Las condiciones climáticas adversas en los últimos meses del 2024 redujeron el rendimiento de cultivos como banano, papa, hortalizas y tubérculos. Solo el aumento en la producción de pollo logró atenuar parcialmente el retroceso.
Menor obra pública y residencial
La construcción también mostró señales de debilitamiento, con una disminución del 2,7% en comparación con abril del año anterior. En el caso de la construcción privada, la reducción fue del 1,5%, producto de una menor ejecución de proyectos residenciales.
La obra pública cayó aún más, con un 7,3% menos de actividad, debido al lento avance en infraestructura vial, acueductos y alcantarillado.
Desempeño desigual entre sectores económicos
Pese a estos retrocesos, la economía costarricense creció 3,4% en abril, impulsada principalmente por el dinamismo del régimen especial —como las zonas francas— que aumentó su producción en 9,9%. En contraste, el régimen definitivo, donde se ubican los sectores agro y construcción, apenas avanzó un 1,7%.
El Banco Central destacó que la combinación del mal desempeño agropecuario, la caída en construcción y la moderación en servicios financieros frenó el crecimiento del régimen definitivo.
Estas condiciones contrastan con el empuje de sectores como manufactura especializada y servicios profesionales vinculados al comercio exterior.
Dicho patrón refleja una creciente dependencia de las exportaciones especializadas para sostener el crecimiento económico, mientras sectores clave para el empleo y la producción local, como el agro y la construcción, siguen mostrando rezago.
Nota de transparencia: Esta noticia fue redactada con el apoyo de herramientas de inteligencia artificial para procesar y sintetizar la información disponible. El contenido se basa en fuentes verificables y ha sido revisado para garantizar su precisión y claridad.
The post Agro y construcción siguen a la baja por impacto climático y menor inversión pública, según IMAE appeared first on El Observador CR.
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El sector agropecuario registró una contracción interanual de 1,6%, acumulando seis meses consecutivos de caídas.
Las condiciones climáticas adversas en los últimos meses del 2024 redujeron el rendimiento de cultivos como banano, papa, hortalizas y tubérculos. Solo el aumento en la producción de pollo logró atenuar parcialmente el retroceso.
Menor obra pública y residencial
La construcción también mostró señales de debilitamiento, con una disminución del 2,7% en comparación con abril del año anterior. En el caso de la construcción privada, la reducción fue del 1,5%, producto de una menor ejecución de proyectos residenciales.
La obra pública cayó aún más, con un 7,3% menos de actividad, debido al lento avance en infraestructura vial, acueductos y alcantarillado.
Desempeño desigual entre sectores económicos
Pese a estos retrocesos, la economía costarricense creció 3,4% en abril, impulsada principalmente por el dinamismo del régimen especial —como las zonas francas— que aumentó su producción en 9,9%. En contraste, el régimen definitivo, donde se ubican los sectores agro y construcción, apenas avanzó un 1,7%.
El Banco Central destacó que la combinación del mal desempeño agropecuario, la caída en construcción y la moderación en servicios financieros frenó el crecimiento del régimen definitivo.
Estas condiciones contrastan con el empuje de sectores como manufactura especializada y servicios profesionales vinculados al comercio exterior.
Dicho patrón refleja una creciente dependencia de las exportaciones especializadas para sostener el crecimiento económico, mientras sectores clave para el empleo y la producción local, como el agro y la construcción, siguen mostrando rezago.
Nota de transparencia: Esta noticia fue redactada con el apoyo de herramientas de inteligencia artificial para procesar y sintetizar la información disponible. El contenido se basa en fuentes verificables y ha sido revisado para garantizar su precisión y claridad.
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