San José, 11 Jun (Elpaís.cr).- La Corporación Arrocera Nacional (CONARROZ), ente rector y defensor del sector arrocero costarricense, lanzó una fuerte advertencia contra la inminente adhesión del país al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).
Según la organización, de concretarse esta incorporación, se pondría en serio peligro no solo la viabilidad de la producción nacional de arroz, sino la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola del país en su conjunto.
En un comunicado CONARROZ señaló que el arroz, considerado un cultivo estratégico tanto por su valor social y económico como por su aporte nutricional, se vería sometido a una competencia desleal sin precedentes.
Los principales países exportadores del grano dentro del bloque —como Vietnam, México y Perú— operan bajo esquemas que, según el sector, distorsionan los precios internacionales gracias a subsidios estatales, bajos costos de producción y una economía de escala que deja en desventaja a los productores nacionales.
“Mientras abrimos más nuestro mercado a importaciones subsidiadas, desplazamos la producción nacional y perdemos nuestra capacidad de alimentar al país con producción propia”, sentenció Mainor Cruz, director ejecutivo a.i. de CONARROZ.
Un tratado sin oportunidades
El CPTPP es uno de los acuerdos comerciales plurilaterales más ambiciosos a nivel global, integrando a 11 países de la cuenca del Pacífico que representan cerca del 13% del PIB mundial.
Costa Rica ha manifestado su intención de unirse al bloque, pero organizaciones del sector agropecuario, como CONARROZ, sostienen que los riesgos superan con creces los beneficios.
“Este tratado no representa una oportunidad de desarrollo para el sector arrocero, sino que es una sentencia anticipada para el cultivo y producción nacional de arroz”, reiteró Cruz.
CONARROZ recordó que Costa Rica ya mantiene tratados de libre comercio con la mayoría de los países miembros del CPTPP y que, en la práctica, estos acuerdos no han derivado en una mejora sustantiva del acceso a nuevos mercados para el agro. Más bien, denuncian que la apertura ha favorecido el ingreso de importaciones agrícolas, concentradas en manos de pocos comercializadores que dominan el mercado interno sin que esto se traduzca en beneficios reales para los consumidores.
Llamado a una evaluación técnica y participativa
Ante este panorama, la Corporación hizo un llamado urgente al Gobierno, a la Asamblea Legislativa y a la ciudadanía para detener el proceso de incorporación al bloque hasta que se haya realizado una evaluación técnica, transparente y participativa sobre sus verdaderos impactos.
Uno de los principales reclamos es que se excluya explícitamente al arroz —tanto en grano como pilado— de cualquier oferta comercial dentro del tratado.
La entidad argumenta que comprometer este cultivo sería hipotecar el futuro del agro costarricense, debilitar las bases de la seguridad alimentaria y condenar a la desaparición paulatina a una actividad que hoy sostiene a miles de familias rurales.
“Costa Rica no debe entregar su soberanía alimentaria a un mercado global volátil, especialmente cuando los beneficios proyectados son inciertos y las amenazas son claras y estructurales”, apuntó el comunicado.
Riesgos estructurales para la producción nacional
CONARROZ también destacó una serie de factores estructurales que agudizan la vulnerabilidad del sector agropecuario costarricense en caso de avanzar con la adhesión al CPTPP:
Crisis del sistema multilateral de comercio: La debilidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su limitada capacidad para resolver disputas limita la protección ante prácticas desleales.
Deficiente infraestructura logística: Especialmente el Puerto de Caldera, donde las esperas para buques graneleros han alcanzado hasta 45 días, incrementando los costos del comercio exterior.
Condiciones macroeconómicas adversas: Altas tasas de interés, depreciación del colón y decisiones de reducción arancelaria que han erosionado la seguridad jurídica de los productores nacionales.
Escaso acceso a seguros agrícolas y a insumos a precios competitivos, lo que afecta principalmente a los pequeños y medianos productores.
Arroz: más que un cultivo, un alimento básico nacional
Costa Rica tiene un consumo per cápita de arroz que supera los 48 kilogramos anuales, posicionándolo como el principal alimento en la dieta nacional. Su importancia no es solo económica: es también nutricional, cultural y estratégica en términos de abastecimiento interno, especialmente en situaciones de emergencia o disrupción logística.
Por ello, para CONARROZ, permitir que el arroz quede sujeto a las reglas del CPTPP equivaldría a ceder la soberanía alimentaria a dinámicas internacionales impredecibles, dominadas por intereses comerciales ajenos a las necesidades del país.
“No podemos sacrificar más la producción nacional de arroz en nombre de una apertura comercial que inclina más la cancha en contra de nuestros productores nacionales”, advirtió Mainor Cruz.
El riesgo de desaparecer
A juicio del sector, Costa Rica no posee ventajas comparativas en la producción de arroz frente a países como Vietnam, donde los costos de producción son considerablemente más bajos gracias a subsidios gubernamentales, condiciones climáticas favorables y menor costo laboral. Esto coloca a los productores costarricenses en una posición de desventaja estructural que, de no ser corregida con medidas de protección, podría llevar al colapso del sector.
Incluir al arroz en este tratado —insisten— sería condenarlo a una lenta desaparición, con consecuencias sociales y económicas de largo alcance para el país.
San José, 11 Jun (Elpaís.cr).- La Corporación Arrocera Nacional (CONARROZ), ente rector y defensor del sector arrocero costarricense, lanzó una fuerte advertencia contra la inminente adhesión del país al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). Según la organización, de concretarse esta incorporación, se pondría en serio peligro no solo la viabilidad de la
San José, 11 Jun (Elpaís.cr).- La Corporación Arrocera Nacional (CONARROZ), ente rector y defensor del sector arrocero costarricense, lanzó una fuerte advertencia contra la inminente adhesión del país al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).
Según la organización, de concretarse esta incorporación, se pondría en serio peligro no solo la viabilidad de la producción nacional de arroz, sino la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola del país en su conjunto.
En un comunicado CONARROZ señaló que el arroz, considerado un cultivo estratégico tanto por su valor social y económico como por su aporte nutricional, se vería sometido a una competencia desleal sin precedentes.
Los principales países exportadores del grano dentro del bloque —como Vietnam, México y Perú— operan bajo esquemas que, según el sector, distorsionan los precios internacionales gracias a subsidios estatales, bajos costos de producción y una economía de escala que deja en desventaja a los productores nacionales.
“Mientras abrimos más nuestro mercado a importaciones subsidiadas, desplazamos la producción nacional y perdemos nuestra capacidad de alimentar al país con producción propia”, sentenció Mainor Cruz, director ejecutivo a.i. de CONARROZ.
Un tratado sin oportunidades
El CPTPP es uno de los acuerdos comerciales plurilaterales más ambiciosos a nivel global, integrando a 11 países de la cuenca del Pacífico que representan cerca del 13% del PIB mundial.
Costa Rica ha manifestado su intención de unirse al bloque, pero organizaciones del sector agropecuario, como CONARROZ, sostienen que los riesgos superan con creces los beneficios.
“Este tratado no representa una oportunidad de desarrollo para el sector arrocero, sino que es una sentencia anticipada para el cultivo y producción nacional de arroz”, reiteró Cruz.
CONARROZ recordó que Costa Rica ya mantiene tratados de libre comercio con la mayoría de los países miembros del CPTPP y que, en la práctica, estos acuerdos no han derivado en una mejora sustantiva del acceso a nuevos mercados para el agro. Más bien, denuncian que la apertura ha favorecido el ingreso de importaciones agrícolas, concentradas en manos de pocos comercializadores que dominan el mercado interno sin que esto se traduzca en beneficios reales para los consumidores.
Llamado a una evaluación técnica y participativa
Ante este panorama, la Corporación hizo un llamado urgente al Gobierno, a la Asamblea Legislativa y a la ciudadanía para detener el proceso de incorporación al bloque hasta que se haya realizado una evaluación técnica, transparente y participativa sobre sus verdaderos impactos.
Uno de los principales reclamos es que se excluya explícitamente al arroz —tanto en grano como pilado— de cualquier oferta comercial dentro del tratado.
La entidad argumenta que comprometer este cultivo sería hipotecar el futuro del agro costarricense, debilitar las bases de la seguridad alimentaria y condenar a la desaparición paulatina a una actividad que hoy sostiene a miles de familias rurales.
“Costa Rica no debe entregar su soberanía alimentaria a un mercado global volátil, especialmente cuando los beneficios proyectados son inciertos y las amenazas son claras y estructurales”, apuntó el comunicado.
Riesgos estructurales para la producción nacional
CONARROZ también destacó una serie de factores estructurales que agudizan la vulnerabilidad del sector agropecuario costarricense en caso de avanzar con la adhesión al CPTPP:
Crisis del sistema multilateral de comercio: La debilidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su limitada capacidad para resolver disputas limita la protección ante prácticas desleales.
Deficiente infraestructura logística: Especialmente el Puerto de Caldera, donde las esperas para buques graneleros han alcanzado hasta 45 días, incrementando los costos del comercio exterior.
Condiciones macroeconómicas adversas: Altas tasas de interés, depreciación del colón y decisiones de reducción arancelaria que han erosionado la seguridad jurídica de los productores nacionales.
Escaso acceso a seguros agrícolas y a insumos a precios competitivos, lo que afecta principalmente a los pequeños y medianos productores.
Arroz: más que un cultivo, un alimento básico nacional
Costa Rica tiene un consumo per cápita de arroz que supera los 48 kilogramos anuales, posicionándolo como el principal alimento en la dieta nacional. Su importancia no es solo económica: es también nutricional, cultural y estratégica en términos de abastecimiento interno, especialmente en situaciones de emergencia o disrupción logística.
Por ello, para CONARROZ, permitir que el arroz quede sujeto a las reglas del CPTPP equivaldría a ceder la soberanía alimentaria a dinámicas internacionales impredecibles, dominadas por intereses comerciales ajenos a las necesidades del país.
“No podemos sacrificar más la producción nacional de arroz en nombre de una apertura comercial que inclina más la cancha en contra de nuestros productores nacionales”, advirtió Mainor Cruz.
El riesgo de desaparecer
A juicio del sector, Costa Rica no posee ventajas comparativas en la producción de arroz frente a países como Vietnam, donde los costos de producción son considerablemente más bajos gracias a subsidios gubernamentales, condiciones climáticas favorables y menor costo laboral. Esto coloca a los productores costarricenses en una posición de desventaja estructural que, de no ser corregida con medidas de protección, podría llevar al colapso del sector.
Incluir al arroz en este tratado —insisten— sería condenarlo a una lenta desaparición, con consecuencias sociales y económicas de largo alcance para el país.
Nacionales – Diario Digital Nuestro País