<p class=»ue-c-article__paragraph»>Con gafas de sol y el cinturón de seguridad abrochado, Josh Homme aparece en vídeo al volante de su camioneta, aparcada bajo el sol de Santa Mónica: «Soy Joshua, estoy muy bien, ¿cómo estás tú?», comienza con voz grave el líder de Queens of the Stone Age. Y ese <strong>»estoy muy bien» es un alivio para los fans de la banda</strong>, que se quedaron sin aliento el verano pasado: Queen of the Stone Age suspendió su gira por motivos de salud . Este mes de julio recuperará algunas de las citas que quedaron canceladas.</p>
La banda regresa a los escenarios con nuevas fechas y una película después de su dramática despedida, camino del quirófano, en el verano de 2024.
Con gafas de sol y el cinturón de seguridad abrochado, Josh Homme aparece en vídeo al volante de su camioneta, aparcada bajo el sol de Santa Mónica: «Soy Joshua, estoy muy bien, ¿cómo estás tú?», comienza con voz grave el líder de Queens of the Stone Age. Y ese «estoy muy bien» es un alivio para los fans de la banda, que se quedaron sin aliento el verano pasado: Queen of the Stone Age suspendió su gira por motivos de salud . Este mes de julio recuperará algunas de las citas que quedaron canceladas.
Y antes, el 4 de junio, QOTSA llegará a la pantalla del cine Barberini de Roma el estreno en Italia de Alive in the Catacombs, una íntima y evocadora película filmada sobre un concierto de la banda en las catacumbas de París en ese mismo verano de 2024 en el que Homme, de 52 años, ya estaba enfermo.
«Sabía que estaba enfermo, que era un asunto grave, pero organizar la filmación clandestina en las catacumbas había sido un proceso tan complejo… Si no lo hacíamos entonces, no lo haríamos nunca. En algún momento de la gira, entre los conciertos de Roma y Venecia, me di cuenta de que no podía seguir y pedí que me llevaran al hospital más cercano. Querían que me quedara allí, pero yo le pedí a mi agente que me recogiera. Me puse la chaqueta y nos fuimos. Hice el concierto en Milán y al día siguiente volamos a París«. Esa fecha, ahora lo piensa, fue un milagro: «No recuerdo nada del concierto en Milán, porque estaba en una situación física muy difícil. Espero de verdad que fuese un buen concierto, trabajé muy duro. Luego, París. Y después de las catacumbas, tomé un vuelo de emergencia a Estados Unidos con 40.5 de fiebre. Tres horas después de aterrizar me estaban operando».
Homme, hace unos años, reveló que había tenido un tumor, pero prefiere no dar detalles sobre la operación del año pasado: «Puedo decir, sin embargo, que tengo unas cicatrices maravillosas. parece como si alguien hubiera intentado matarme y estoy muy orgulloso de ellas. Parece que mi vida está hecha de experiencias muy cercanas a la muerte. Tampoco quisiera otra cosa. Sigo diciéndome que nunca me he sentido tan vivo como el día en el que casi muero, allí en las catacumbas».
«Quizás estoy idealizando demasiado, pero fue… Fue casi una bendición no estar bien», dice Homme. «Fue mi Everest personal y estoy orgulloso de ello porque sé cuánto nos costó llegar. La actuación fue mucho más verdadera, la conexión con el lugar y entre nosotros fue mucho más profunda… Entre tomas, me tumbaba, encorvado por el dolor. Por eso, en la primera escena me ven tumbado en un altar».
Homme espera que el público «sienta con la película la misma emoción que sentí al ver Live in Pompeii de Pink Floyd, porque también en este caso es el espacio y la antigüedad lo que domina la escena, no la banda».
Todo lo demás, para unos músicos incendiarios que llevan más de 30 años en activo, es rock: «Estamos encantados porque no esperaba volver a los escenarios tan pronto. Vuelvo a tocar un año antes de lo previsto y lo siento como un regalo. Puedo volver a Italia para terminar lo que empezamos. Para mí es importante; no me gusta la gente que habla pero no actúa en consecuencia».
En los conciertos de Qotsa, famosos por descargas de adrenalina como No One Knows o Go with the flow, lo importante es crear una sensación de realidad paralela, explica Homme: «Me gusta unir a la gente en la oscuridad. Tratar al público como si entrara en un bar clandestino en el que hay otras normas. Lo único que no está permitido es hacer daño a los demás; todo lo demás, está bien. Esta necesidad de evasión está muy descuidada hoy en día en nuestra sociedad».
Para Homme, la música siempre ha sido así: «De niño no me dejaban hacer nada. Mi ciudad era extremadamente aburrida y lo que asimilé fue que tenía que aspirar a hacer cosas extremas para no morirme de tedio. Nunca he dejado de hacerlo. Creo que la cima de mi carrera fue trabajar con Iggy Pop, alguien que sabe de verdad cómo sentirse bien consigo mismo. Eso es para mí la cima de lo cool. Cuando terminó la gira con él, me llevó un tiempo entender qué más quería hacer».
Homme se declara «apolítico» en la América de Trump: «No confío en ningún político; solo intentan venderte algo. Para mí es más importante ser un buen padre, hermano, hijo, amigo y músico. No me dejo intimidar por las noticias».
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