San José, 11 Mar (Elpaís.cr) – La Sala Constitucional de Costa Rica emitió este martes una medida cautelar que suspende de manera inmediata la tala de árboles en Punta Pelencho, ubicada en playa Brasilito, Guanacaste.
La decisión se tomó tras un recurso de amparo presentado por la Asociación de Desarrollo Integral de Brasilito, el Comité Punta Pelencho y el programa Bandera Azul Ecológica Brasilito, quienes denunciaron que la tala autorizada por un acuerdo entre la Municipalidad de Santa Cruz y el desarrollador Cantomar podría afectar gravemente el ecosistema local.
La medida cautelar busca proteger no solo los árboles, sino también la biodiversidad y el patrimonio cultural de la zona, mientras se determina si los ejemplares afectados se encuentran dentro de la Zona Marítimo-Terrestre (ZMT) o un corredor biológico, y si son especies nativas o autóctonas.
La Sala Constitucional notificó a la Municipalidad de Santa Cruz, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Área de Conservación Tempisque (ACT), otorgándoles un plazo de tres días para presentar la información solicitada.
Un conflicto que une a la comunidad
El conflicto surgió tras un acuerdo entre la Municipalidad de Santa Cruz y el proyecto Cantomar Ocean Club para pavimentar 500 metros de la calle C503138, lo que implicaría la tala de al menos 68 árboles. Aunque la empresa aseguró en un video que no cortará los árboles y que busca preservarlos, los vecinos de Punta Pelencho permanecen escépticos y exigen garantías claras.
“No solo son árboles, es vida y sombra para todos”, expresaron los manifestantes durante una protesta pacífica realizada en la zona.
La comunidad, incluyendo niños y adultos, se unió para defender sus recursos naturales y alzar la voz contra la posible tala. Los más pequeños, acompañados de sus familias, mostraron su compromiso con la naturaleza, portando carteles y mensajes que pedían conservar la sombra y proteger la vida de especies como los monos congo, una especie en peligro de extinción que depende de estos árboles para su supervivencia.
Preocupación por la biodiversidad y el acceso público
Los habitantes de Punta Pelencho temen que la tala de árboles no solo afecte el ecosistema, sino que también modifique el uso tradicional del lugar y restrinja el acceso público a la playa.
Según denunciaron, al menos 60 árboles fueron marcados con placas, lo que generó alerta entre los vecinos. “Especialmente preocupante es la conectividad biológica de especies como los monos congo, que podrían verse gravemente afectados”, señalaron los representantes de las organizaciones ambientalistas.
El abogado ambiental de Cantomar, German Pochet Ballestero, afirmó en un video que los árboles aún no se cortarán y que la empresa busca preservarlos. Incluso, mencionó que se creó la Asociación Punta Loros, encargada de realizar un inventario y rotulación de los árboles. Sin embargo, estas declaraciones no han sido suficientes para calmar los ánimos en la comunidad, que exige transparencia y participación en las decisiones que afectan su entorno.
Protección a especies en peligro de extinción
Uno de los aspectos más destacados de la medida cautelar es la protección que brinda a los monos congo, una especie en peligro de extinción que habita en la zona y depende de los árboles para su alimentación y movilidad.
La tala de estos ejemplares no solo pondría en riesgo a esta especie, sino que también afectaría la biodiversidad de Punta Pelencho, un área conocida por su riqueza natural y su importancia ecológica.
Las organizaciones ambientalistas reiteraron su compromiso con la protección ambiental, la participación ciudadana y el acceso a la información pública.
“Esperamos que este proceso avance con transparencia y que se respete el derecho de las comunidades a defender sus recursos naturales”, expresaron los representantes del Comité Punta Pelencho.
La lucha continúa
A pesar de la medida cautelar, la comunidad de Brasilito y Punta Pelencho mantiene una actitud vigilante. Los vecinos han expresado su determinación de continuar protegiendo su entorno y asegurarse de que no se cometan acciones que afecten el ecosistema local.
“Este es un triunfo momentáneo, pero la lucha no ha terminado. Seguiremos atentos para garantizar que se respete nuestra naturaleza y nuestro derecho a vivir en un ambiente sano”, afirmó uno de los líderes comunitarios.
La situación en Punta Pelencho ha generado un amplio debate sobre el equilibrio entre el desarrollo urbano y la conservación ambiental. Mientras que algunos argumentan que la pavimentación del camino podría traer beneficios económicos y mejorar la infraestructura local, otros insisten en que estos avances no deben realizarse a costa de la naturaleza y el bienestar de las comunidades.
Un llamado a la reflexión
El caso de Punta Pelencho sirve como un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana y la transparencia en los procesos de toma de decisiones que afectan el medio ambiente. Las organizaciones ambientalistas y la comunidad han demostrado que, unidos, pueden lograr cambios significativos en la defensa de sus derechos y recursos naturales.
Mientras la Sala Constitucional analiza el caso y se espera la información solicitada a las instituciones involucradas, los ojos de la comunidad y de los defensores del medio ambiente estarán puestos en Punta Pelencho, un rincón de Guanacaste que se ha convertido en símbolo de la lucha por la conservación y el desarrollo sostenible.
Por ahora, los árboles de Punta Pelencho siguen en pie, y con ellos, la esperanza de que la naturaleza y las comunidades puedan coexistir en armonía.
San José, 11 Mar (Elpaís.cr) – La Sala Constitucional de Costa Rica emitió este martes una medida cautelar que suspende de manera inmediata la tala de árboles en Punta Pelencho, ubicada en playa Brasilito, Guanacaste. La decisión se tomó tras un recurso de amparo presentado por la Asociación de Desarrollo Integral de Brasilito, el Comité
San José, 11 Mar (Elpaís.cr) – La Sala Constitucional de Costa Rica emitió este martes una medida cautelar que suspende de manera inmediata la tala de árboles en Punta Pelencho, ubicada en playa Brasilito, Guanacaste.
La decisión se tomó tras un recurso de amparo presentado por la Asociación de Desarrollo Integral de Brasilito, el Comité Punta Pelencho y el programa Bandera Azul Ecológica Brasilito, quienes denunciaron que la tala autorizada por un acuerdo entre la Municipalidad de Santa Cruz y el desarrollador Cantomar podría afectar gravemente el ecosistema local.
La medida cautelar busca proteger no solo los árboles, sino también la biodiversidad y el patrimonio cultural de la zona, mientras se determina si los ejemplares afectados se encuentran dentro de la Zona Marítimo-Terrestre (ZMT) o un corredor biológico, y si son especies nativas o autóctonas.
La Sala Constitucional notificó a la Municipalidad de Santa Cruz, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y el Área de Conservación Tempisque (ACT), otorgándoles un plazo de tres días para presentar la información solicitada.
Un conflicto que une a la comunidad
El conflicto surgió tras un acuerdo entre la Municipalidad de Santa Cruz y el proyecto Cantomar Ocean Club para pavimentar 500 metros de la calle C503138, lo que implicaría la tala de al menos 68 árboles. Aunque la empresa aseguró en un video que no cortará los árboles y que busca preservarlos, los vecinos de Punta Pelencho permanecen escépticos y exigen garantías claras.
“No solo son árboles, es vida y sombra para todos”, expresaron los manifestantes durante una protesta pacífica realizada en la zona.
La comunidad, incluyendo niños y adultos, se unió para defender sus recursos naturales y alzar la voz contra la posible tala. Los más pequeños, acompañados de sus familias, mostraron su compromiso con la naturaleza, portando carteles y mensajes que pedían conservar la sombra y proteger la vida de especies como los monos congo, una especie en peligro de extinción que depende de estos árboles para su supervivencia.
Preocupación por la biodiversidad y el acceso público
Los habitantes de Punta Pelencho temen que la tala de árboles no solo afecte el ecosistema, sino que también modifique el uso tradicional del lugar y restrinja el acceso público a la playa.
Según denunciaron, al menos 60 árboles fueron marcados con placas, lo que generó alerta entre los vecinos. “Especialmente preocupante es la conectividad biológica de especies como los monos congo, que podrían verse gravemente afectados”, señalaron los representantes de las organizaciones ambientalistas.
El abogado ambiental de Cantomar, German Pochet Ballestero, afirmó en un video que los árboles aún no se cortarán y que la empresa busca preservarlos. Incluso, mencionó que se creó la Asociación Punta Loros, encargada de realizar un inventario y rotulación de los árboles. Sin embargo, estas declaraciones no han sido suficientes para calmar los ánimos en la comunidad, que exige transparencia y participación en las decisiones que afectan su entorno.
Protección a especies en peligro de extinción
Uno de los aspectos más destacados de la medida cautelar es la protección que brinda a los monos congo, una especie en peligro de extinción que habita en la zona y depende de los árboles para su alimentación y movilidad.
La tala de estos ejemplares no solo pondría en riesgo a esta especie, sino que también afectaría la biodiversidad de Punta Pelencho, un área conocida por su riqueza natural y su importancia ecológica.
Las organizaciones ambientalistas reiteraron su compromiso con la protección ambiental, la participación ciudadana y el acceso a la información pública.
“Esperamos que este proceso avance con transparencia y que se respete el derecho de las comunidades a defender sus recursos naturales”, expresaron los representantes del Comité Punta Pelencho.
La lucha continúa
A pesar de la medida cautelar, la comunidad de Brasilito y Punta Pelencho mantiene una actitud vigilante. Los vecinos han expresado su determinación de continuar protegiendo su entorno y asegurarse de que no se cometan acciones que afecten el ecosistema local.
“Este es un triunfo momentáneo, pero la lucha no ha terminado. Seguiremos atentos para garantizar que se respete nuestra naturaleza y nuestro derecho a vivir en un ambiente sano”, afirmó uno de los líderes comunitarios.
La situación en Punta Pelencho ha generado un amplio debate sobre el equilibrio entre el desarrollo urbano y la conservación ambiental. Mientras que algunos argumentan que la pavimentación del camino podría traer beneficios económicos y mejorar la infraestructura local, otros insisten en que estos avances no deben realizarse a costa de la naturaleza y el bienestar de las comunidades.
Un llamado a la reflexión
El caso de Punta Pelencho sirve como un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana y la transparencia en los procesos de toma de decisiones que afectan el medio ambiente. Las organizaciones ambientalistas y la comunidad han demostrado que, unidos, pueden lograr cambios significativos en la defensa de sus derechos y recursos naturales.
Mientras la Sala Constitucional analiza el caso y se espera la información solicitada a las instituciones involucradas, los ojos de la comunidad y de los defensores del medio ambiente estarán puestos en Punta Pelencho, un rincón de Guanacaste que se ha convertido en símbolo de la lucha por la conservación y el desarrollo sostenible.
Por ahora, los árboles de Punta Pelencho siguen en pie, y con ellos, la esperanza de que la naturaleza y las comunidades puedan coexistir en armonía.
Nacionales – Diario Digital Nuestro País