El país que nos deja en este tercer año de gobierno Rodrigo Chaves, es la Costa Rica de 232 asesinatos en lo que va del 2025 (un homicidio cada 8,77 horas, es decir, 2,74 homicidios por día). El 2023 cerró con 907 asesinatos y 2024 con 880. Las zonas rurales, las más afectadas con la violencia.
Para las mujeres, el escenario es aún peor. Del 2022 al 2024 la tasa nacional de femicidios aumentó de 0.59 a 1 por cada 100 mil mujeres. Las brechas de género aumentaron con tasas de desempleo, subempleo y pobreza más altas para nosotras, así como una menor participación neta en el mercado laboral.
Se jacta de una inflación baja, pero el precio de los alimentos en febrero de este año creció en un 6.8% y los medicamentos también aumentaron. En cambio, las pensiones del IVM solo aumentaron en un 2.37%.
En el gobierno del presidente Cháves la economía crece, pero solo para unos pocos.
La inversión en educación es la más baja de los últimos 25 años siendo tan solo 4.7% de PIB, a pesar de la exigencia constitucional de una inversión no menor al 8%, lo que es especialmente alarmante tomando en cuenta que la educación es una de las principales herramientas de movilidad social.
Seguimos sin resolver los problemas de suministro de agua, eso sí, solo para los más pobres porque en Monterán o los campos de golf en Guanacaste, nunca les hace falta. El problema de la basura del GAM sigue esperando una solución del gobierno, que parece nunca llegará.
En materia ambiental solo sabemos del gobierno por noticas de corrupción, cuando se permite la tala de árboles en zonas protegidas de Gandoca-Manzanillo para beneficiar a sus amigotes que le financiaron la campaña, o cuando prenden fuego a parque Lorne Ross porque quieren construir un parque acuático, privando a la comunidad del disfrute común de espacios verdes.
Del discurso del presidente queda lo mismo que nos ofreció en los primeros dos años de gobierno. Los insultos y gritos de cantina, la falta de política pública enfocada en resolver las necesidades del pueblo y el uso de un espacio solemne de rendición de cuentas, así como su investidura, para fines electoreros y antidemocráticos.
Se vienen tiempos complicados, pero estoy segura de que este país va a despertar.
(*) Diana Madrigal, asesora parlamentaria del FA
El país que nos deja en este tercer año de gobierno Rodrigo Chaves, es la Costa Rica de 232 asesinatos en lo que va del 2025 (un homicidio cada 8,77 horas, es decir, 2,74 homicidios por día). El 2023 cerró con 907 asesinatos y 2024 con 880. Las zonas rurales, las más afectadas con la
El país que nos deja en este tercer año de gobierno Rodrigo Chaves, es la Costa Rica de 232 asesinatos en lo que va del 2025 (un homicidio cada 8,77 horas, es decir, 2,74 homicidios por día). El 2023 cerró con 907 asesinatos y 2024 con 880. Las zonas rurales, las más afectadas con la violencia.
Para las mujeres, el escenario es aún peor. Del 2022 al 2024 la tasa nacional de femicidios aumentó de 0.59 a 1 por cada 100 mil mujeres. Las brechas de género aumentaron con tasas de desempleo, subempleo y pobreza más altas para nosotras, así como una menor participación neta en el mercado laboral.
Se jacta de una inflación baja, pero el precio de los alimentos en febrero de este año creció en un 6.8% y los medicamentos también aumentaron. En cambio, las pensiones del IVM solo aumentaron en un 2.37%.
En el gobierno del presidente Cháves la economía crece, pero solo para unos pocos.
La inversión en educación es la más baja de los últimos 25 años siendo tan solo 4.7% de PIB, a pesar de la exigencia constitucional de una inversión no menor al 8%, lo que es especialmente alarmante tomando en cuenta que la educación es una de las principales herramientas de movilidad social.
Seguimos sin resolver los problemas de suministro de agua, eso sí, solo para los más pobres porque en Monterán o los campos de golf en Guanacaste, nunca les hace falta. El problema de la basura del GAM sigue esperando una solución del gobierno, que parece nunca llegará.
En materia ambiental solo sabemos del gobierno por noticas de corrupción, cuando se permite la tala de árboles en zonas protegidas de Gandoca-Manzanillo para beneficiar a sus amigotes que le financiaron la campaña, o cuando prenden fuego a parque Lorne Ross porque quieren construir un parque acuático, privando a la comunidad del disfrute común de espacios verdes.
Del discurso del presidente queda lo mismo que nos ofreció en los primeros dos años de gobierno. Los insultos y gritos de cantina, la falta de política pública enfocada en resolver las necesidades del pueblo y el uso de un espacio solemne de rendición de cuentas, así como su investidura, para fines electoreros y antidemocráticos.
Se vienen tiempos complicados, pero estoy segura de que este país va a despertar.
(*) Diana Madrigal, asesora parlamentaria del FA
Opinión – Diario Digital Nuestro País