<p>La situación salarial de la <strong>Compañía Nacional de Danza</strong> (CND) y el <strong>Ballet Nacional de España</strong> (BNE) ha llevado a su plantilla a plantear una huelga y una concentración a las puertas del <strong>Teatro de La Zarzuela</strong> de Madrid. De hecho, los sindicatos ya han iniciado el proceso comunicándolo ante la Delegación de Gobierno en Madrid y la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid para protestar por «la precariedad laboral» a la que se enfrentan los bailarines de los organismos públicos.</p>
Los sindicatos ya han iniciado el proceso para un paro y una concentración a las puertas del Teatro de La Zarzuela
La situación salarial de la Compañía Nacional de Danza (CND) y el Ballet Nacional de España (BNE) ha llevado a su plantilla a plantear una huelga y una concentración a las puertas del Teatro de La Zarzuela de Madrid. De hecho, los sindicatos ya han iniciado el proceso comunicándolo ante la Delegación de Gobierno en Madrid y la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid para protestar por «la precariedad laboral» a la que se enfrentan los bailarines de los organismos públicos.
La huelga y la concentración están fijadas para el próximo 19 de diciembre y cuentan con el respaldo de los sindicatos UGT, Comisiones Obreras y CSIF, según la información a la que ha tenido acceso EL MUNDO. Será un paro de dos horas, entre las 19 y las 21 horas. Justamente el horario que estaba previsto para el estreno del espectáculo NumEros que la CND tenía programado en el Teatro de La Zarzuela.
«Este es solo el primer paso, habrá más jornadas de huelgas si no se atiende a nuestras peticiones», afirman fuentes de la plantilla consultadas por este diario, que aseguran que este paro se produce «en un momento especialmente sensible» para los bailarines. Desde el año 1995, cuando se integraron en el convenio único, los miembros de la Compañía Nacional de Danza y del Ballet Nacional apenas han visto actualización alguna en su salario o en las dietas que cobran en sus viajes. Su salario bruto es de unos 24.500 euros al año; es decir, unos 1.700 euros al mes, añadiendo un complemento que reciben de unos 300 euros desde 2014 por desplazamiento de horario y horas extra.
«Con las condiciones actuales, cada vez que tenemos un viaje fuera, a China, a Japón… tenemos que poner dinero», señala uno de los intregantes del elenco en conversación con este diario. Por eso, los bailarines exigen que se produzca una «actualización inmediata de los complementos retributivos», una revisión «profunda» de los salarios, las dietas y los complementos.
Los miembros de la CND, junto a otros trabajadores del Inaem, tenían fijada ayer una reunión con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para trasladarle esta problemática. Sin embargo, desde el equipo del ministro, que ayer compartió un acto en Madrid con su homólogo del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se retrasó dicha reunión hasta el próximo miércoles, dos días antes de la huelga que está convocada.
Desde la plantilla de la CND, con la intención de exponer en esa reunión la situación salarial a la que enfrentan, habían preparado un estudio comparando los sueldos con las compañías de otros 15 países de la Unión Europea con respecto al salario mínimo de cada uno de ellos. Según esos cálculos, en España los bailarines de este organismo público superan el salario mínimo en una cantidad que ronda el 30%. En Alemania la cifra es un 85% superior, tomando como referencia las compañías de las principales ciudades del país. En Portugal, Polonia o Grecia el porcentaje asciende hasta el 100%. «Hay muchos compañeros que tienen que tener dos trabajos y hasta tres para poder vivir en Madrid. Hay gente dando clases en su tiempo libre para ganar un complemento», señala uno de los bailarines.
La de los bailarines no es la primera huelga a la que se enfrenta el Inaem, con Paz Santa Cecilia al frente, durante este último año. El pasado mes de junio, a las puertas del verano, fueron los trabajadores del coro de La Zarzuela los que anunciaron paros por la situación laboral en la que se encontraban y una concentración, nuevamente a las puertas del histórico teatro madrileño.
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