Montevideo, 8 mar (Sputnik).- El progresismo latinoamericano debería observar de cerca la situación de la izquierda en Bolivia, dijo a la Agencia Sputnik el excanciller Diego Pary.
«Hacemos un llamado a que el progresismo regional pueda acompañar el proceso político boliviano sin intervenir en los asuntos internos del país», afirmó Pary.
El también exembajador de Bolivia en la ONU alertó sobre el avance de proyectos de derecha extrema en la región y su impacto en los sectores más vulnerables.
Asimismo, enfatizó la necesidad de unidad dentro del movimiento progresista de su país para evitar repetir los errores de otras izquierdas latinoamericanas y remarcó que las ambiciones personales no deberían generar división dentro del oficialismo, sino que los líderes deben priorizar los principios y aspiraciones del pueblo.
Las elecciones en Bolivia, previstas para el 17 de agosto, han agudizado la disputa entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales (2006-2019) por la candidatura del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
PREGUNTA: Usted afirma en un documento difundido hace unos días que regresó a Bolivia dejando su cargo como representante en ONU para reconstruir el proceso político. ¿Cuál es la situación del progresismo actualmente en el país?
RESPUESTA: El proceso político boliviano se ha construido desde la lucha, desde el levantamiento del movimiento indígena, popular, campesino, minero, obrero. Y es en ese contexto que este proceso político permitió la transformación de Bolivia en los últimos años. Lamentablemente en esta última elección, a partir de la crisis política del año 2019, se ha generado un quiebre dentro de este movimiento indígena popular, lo cual ahora está generando dificultades con miras a las próximas elecciones.
P: ¿Cómo podría producirse esa reconstrucción de ese proceso que, como usted menciona, «se quebró» teniendo en cuenta las declaraciones tanto de Arce como de Morales?
R: Creo que han existido diferentes corrientes dentro del progresismo. No solamente tenemos a Arce, a Evo, sino también, por ejemplo, a Félix Patzi (exministro de Educación, exgobernador de La Paz y líder del Movimiento Tercer Sistema) y a Eva Copa (alcaldesa de El Alto). Creo que un proyecto progresista no tiene que cometer el mismo error que han cometido otros sectores de ir a una elección divididos. Considero que es posible y se debe trabajar para construir un proyecto de unidad, que responda a la mayoría de la población en el país y de esa manera se pueda nuevamente recuperar el movimiento.
P: ¿Cómo se podría apostar a la unidad? ¿Cómo usted podría contribuir a esa unidad del movimiento?
R: Lo importante es recuperar los principios, los objetivos y las aspiraciones del pueblo boliviano. Más allá de los intereses personales que tienen cada uno de los líderes, lo importante es recuperar la base, los principios, los elementos con los cuales se viene construido este proyecto político.
P: ¿Por qué cree que se dio el quiebre entre Arce y Morales?
R: Considero que hubo diferentes desencuentros, distintas formas de ver la gestión del Estado y obviamente también (incidió) la crisis que viene aquejando al país. Son elementos que han generado un quiebre en la visión y la forma de hacer gestión de Gobierno entre Morales y Arce.
P: ¿Podría entenderse que su renuncia durante el Gobierno de Arce es una toma de posición, teniendo en cuenta que usted fue canciller de Morales? ¿Qué mensaje quiso dar?
R: Mi interés en particular es volver a convocar y a movilizar a las bases. Quiero convocar a todo el pueblo boliviano a unirse, porque en caso de una derrota del movimiento progresista, los que más van a sufrir van a ser los obreros, los campesinos, el pueblo.
P: ¿O sea que usted en este momento no está teniendo una posición ni a favor de Arce ni a favor de Morales?
R: Mi posición en este momento es que el movimiento indígena, popular, campesino, urbano, debe volver a salir para ofrecerle al país un proyecto político que sea viable, que nos lleve nuevamente a Bolivia a los mejores lugares en cuanto al crecimiento económico, desarrollo, al logro de los objetivos del desarrollo sostenible.
P: ¿Qué mensaje le daría a Arce y a Morales?
R: Que fundamentalmente piensen en los principios del proceso transformador que impulsamos hace muchos años, que piensen en la mayoría de la población, es decir, el movimiento indígena, campesino, originario, los obreros, los cooperativistas, los profesionales y los empresarios patriotas, quienes apoyaron y acompañaron este proceso político.
P: ¿Por qué afirma en el documento que difundió que el MAS como instrumento político ya no existe?
R: Porque el MAS como tal no es solamente un partido político, nació en realidad como un movimiento de transformación, como un instrumento político, entonces si bien ahora, por diferentes circunstancias, ha perdido vigencia, ya no es el que necesariamente represente a la mayoría de la población.
El elemento central de lo que fue la transformación en Bolivia fue la unidad del movimiento indígena campesino popular, fue justamente los principios que se crearon para tener un instrumento político para poder llegar al poder y de esa manera poder transformar Bolivia. Por lo tanto, el MAS fue no solamente un instrumento político. Hoy, al quedarse debilitado y desacreditado, obviamente ya no tiene la fuerza ni la vigencia que en su momento había tenido como el vehículo, como el instrumento para llegar al poder.
P: ¿Cree entonces que se debería de crear otro partido?
R: Sin duda alguna. Es importante que esa unidad del movimiento popular campesino indígena recree una reingeniería y consolide un instrumento que efectivamente vuelva a representar a todo el movimiento.
P: ¿Analiza presentarse como candidato para las próximas elecciones?
R: Tendríamos que trabajar y discutirlo con toda la población. Creo que lo importante ahora es reconstruir lo que fueron los principios, reconstruir y reunificar al movimiento indígena popular y a partir de ello son las mismas organizaciones, el pueblo, quien decide quien efectivamente lo va a representar en las próximas elecciones.
P: ¿Se puede decir entonces que está abierto a ser candidato?
R: Pues en el año 2020 estuve entre las cuatro personas que podían encabezar el proceso de transformación y en esta oportunidad si la gente así lo decide, si se logra armar un instrumento que efectivamente represente a las mayorías del país, obviamente que estaremos dispuestos a asumir el reto.
P: ¿Cuál es la diferencia que usted tiene con Arce y Morales?
R: Provengo de una comunidad campesina, indígena, del departamento de Potosí (sur). Tengo conocimiento de lo que es la profundidad del movimiento indígena, sus formas organizativas, sus maneras de hacer política, pero también el transcurrir de la vida me ha dado la oportunidad de poder formarme académicamente.
Creo que tengo la formación académica necesaria y la experiencia desarrollada en diferentes organismos internacionales como la OEA (Organización de los Estados Americanos), la Organización de las Naciones Unidas y otros espacios públicos que me han permitido conocer justamente de qué manera se puede construir un mejor país.
Bolivia es un país rico, tiene petróleo, gas, recursos forestales y ahora tiene uno de los recursos más preciados en el mundo, como es el litio. Sin embargo, la gestión pública que se ha llevado hasta ahora desde hace 200 años en el país, no ha permitido que Bolivia realmente pueda construir un proyecto país. Y creo que ahora, más allá de las posiciones políticas y de los intereses particulares, lo que se tiene que trabajar es en un proyecto país que permita de una vez por todas llevar a Bolivia a los mejores niveles de desarrollo y que definitivamente se destierre a la pobreza.
P: Yendo a temas más regionales e internacionales, el 1 de enero Bolivia ingresó formalmente a los BRICS. ¿Qué expectativas tiene al respecto?
R: Sin duda que los BRICS es uno de los espacios que representa a la mayoría de la población del mundo y por lo tanto es no solamente un gran mercado comercial, sino además representa una gran fortaleza política en el mundo y permite generar los equilibrios a las viejas hegemonías que se habían construido en el ámbito internacional y en el multilateral.
P: Usted ha destacado la importancia del litio. ¿Cree que se deben impulsar los dos contratos de industrialización firmados entre la empresa estatal boliviana y las compañías de China y de Rusia que actualmente están parados en la Asamblea?
R: Bolivia necesita industrializar su litio. El país tiene la reserva más grande del mundo y en ese marco creo que es importante que se puedan hacer los contratos correspondientes para poder explotar este recurso natural.
Sin embargo, estos contratos deben responder a los intereses de Bolivia. El país debe tener control absoluto de la producción y la comercialización del litio, porque así lo establece nuestra Constitución política del Estado. Primero, el 51 por ciento debe estar bajo control del Estado boliviano. Y segundo, se debe lograr una industrialización efectiva. ¿Qué significa? La industrialización efectiva es poder producir en el país las baterías de litio. No puede ser que nuevamente, como en el pasado, solamente se exporte materia prima y sean otros países u otros lugares del mundo donde se puedan producir ya los productos finales. Esa es una de las demandas centrales del pueblo boliviano y creo que ese es un tema en el cual se debe hacer énfasis. Pero además, se debe atender de manera precisa a los departamentos productores, en este caso Potosí.
Esta región le ha dado muchísimo a Bolivia y al mundo, porque toda la plata que salió del Cerro Rico de Potosí justamente fue uno de los elementos que mostró este departamento a nivel mundial, pero lamentablemente sigue siendo uno de los más pobres y esa historia no puede repetirse. En ese sentido, el litio debe ser industrializado, pero con contratos que respondan a los intereses de Bolivia y que justamente atiendan los intereses de las diferentes regiones.
P: Trump en las últimas semanas ha amenazado con imponer aranceles a varios países latinoamericanos. Viendo sobre todo el poder que tiene Washington y cómo se están manejando acuerdos bilaterales con Estados chicos, ¿qué pueden hacer los países latinoamericanos en esa negociación con EEUU?
R: Está claro que el Gobierno de Trump es una amenaza para el mundo, no solamente para Latinoamérica. Latinoamérica es una de las regiones que más está sufriendo en este momento por la expulsión de los migrantes. Por lo tanto, creo que lo que corresponde es que en este momento nuestros países latinoamericanos se unan más.
Tenemos diferentes espacios en los cuales podemos generar un comercio, un intercambio propio. Y en este contexto sería importante que desde México hasta la Patagonia Argentina se pueda unir la región y podamos tener un mercado propio, fortalecer nuestra integración y a partir de ello poder construir aquello que en su momento (el prócer independentista) Simón Bolívar había pensado que es la Patria Grande.
P: ¿O sea que cree que la respuesta a este tipo de acciones por parte de EEUU es con mayor integración regional?
R: Sin duda alguna. Solamente una mayor integración, una mayor unión y el fortalecimiento de nuestras relaciones bilaterales entre países latinoamericanos y caribeños nos permitirá hacer frente a otros bloques.
P: Trump afirmó que el Canal de Panamá debería estar bajo control estadounidense y el presidente de ese Estado latinoamericano anunció la salida de su país de la Ruta de la Seda. ¿Cómo valora estas declaraciones?
R: El Canal de Panamá es de los panameños, tiene que conservarse bajo soberanía plena de Panamá. Creo que una declaración de esa naturaleza es una amenaza clara a nuestra integración y a la soberanía de los países de la región.
P: ¿Cree que la decisión de Panamá podría afectar la relación de Latinoamérica con China?
R: Creo que China y Latinoamérica a nivel bilateral han tenido diferentes niveles de relacionamiento, (por lo que) eso no debería generar mayor impacto ya que Pekín tiene tanto inversiones y una relación comercial fluida con varios países de la región.
P: EEUU y Rusia han iniciado acercamientos para poner fin al conflicto en Ucrania. ¿Cuál es su opinión sobre estas negociaciones?
R: Creo que todo espacio que permita la paz en el mundo es importante; sin embargo también será clave que se pueda respetar y que se pueda escuchar los intereses y las exigencias de seguridad para cada una de las partes que están en conflicto.
P: Ante un posible fin del conflicto, ¿cree que deberían eliminarse las sanciones impuestas a Rusia?
R: Definitivamente, ninguna sanción en ningún país del mundo es adecuada. Son sanciones que están al margen del derecho internacional, son medidas extraterritoriales y por lo tanto no deberían aplicarse ni ahora, ni antes ni después.
P: ¿Cuál cree que debería ser el rol de Rusia y de los BRICS para Bolivia y América Latina?
R: Creo que Rusia está a la cabeza de espacios importantes de integración, es el caso por ejemplo de la cooperación euroasiática. Considero que debería haber una relación de igual a igual con los países latinoamericanos, que respete la soberanía de los Estados, que permita negociaciones comerciales. También debe existir una relación bilateral que permita una cooperación mutua en diferentes ámbitos. Sin imposiciones, sin neocolonialismos y sin vulnerar los derechos más básicos que tienen los Estados que han sido declarados independientes.
P: En caso de que ganara el progresismo en Bolivia, ¿cómo cree que debería ser la relación con Rusia y en qué temas sería fundamental impulsar la cooperación?
R: Bolivia ha sido un país abierto y amplio en sus relaciones internacionales y en ese contexto ha fortalecido sus relaciones internacionales con cada uno de los países y de los bloques existentes en el mundo. Sin embargo, con cada Estado existen temas de cooperación específica, por ejemplo con Rusia tenemos la cooperación en los temas de energía, de medicina nuclear y creo que es un aporte importante para Bolivia y seguramente habrán también otros asuntos que en su momento se pueden identificar para fortalecer la relación bilateral y además poder tener una cooperación mucho más amplia.
P: ¿Cree que el progresismo regional debería de interesarse más por la situación de Bolivia y tratar de ayudar?
R: Pues sí, hacemos un llamado a que el progresismo regional pueda acompañar el proceso político boliviano sin intervenir en los asuntos internos del país. Yo creo que sí es importante poder hacer un llamado a los líderes de cada uno de los bloques a pensar en la mayoría de la población boliviana, en los intereses del pueblo para justamente reunificar y poder hacer un proceso político nuevo que represente a las mayorías de este país.
P: ¿Cómo puede impactar a nivel regional en caso de que el progresismo en Bolivia pierda?
R: Bolivia se encuentra en el corazón de Sudamérica y estamos rodeados por países que están cambiando sus sistemas políticos. Por ejemplo, Argentina. Creo que podría ser preocupante que cada vez vayan creciendo proyectos de extrema derecha que no piensan en la mayoría de la población sino que favorecen a sectores económicos privilegiados, centrados en reducir el papel del Estado y fortalecer a los actores más poderosos. Esta tendencia no solo podría deteriorar nuestra economía, sino también agravar la pobreza y aumentar la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos.
P: ¿Cree que eso también podría tener impacto, por ejemplo, en la relación de Bolivia con los BRICS o con Rusia?
R: Pienso que sí, considero que sí puede tener impacto ya que en gran medida los países BRICS tienen una visión más progresista, que está más cercana a las poblaciones. En caso de que haya un cambio político en Bolivia, podría también afectar la relación con los BRICS. (Sputnik)
Montevideo, 8 mar (Sputnik).- El progresismo latinoamericano debería observar de cerca la situación de la izquierda en Bolivia, dijo a la Agencia Sputnik el excanciller Diego Pary. «Hacemos un llamado a que el progresismo regional pueda acompañar el proceso político boliviano sin intervenir en los asuntos internos del país», afirmó Pary. El también exembajador de
Montevideo, 8 mar (Sputnik).- El progresismo latinoamericano debería observar de cerca la situación de la izquierda en Bolivia, dijo a la Agencia Sputnik el excanciller Diego Pary.
«Hacemos un llamado a que el progresismo regional pueda acompañar el proceso político boliviano sin intervenir en los asuntos internos del país», afirmó Pary.
El también exembajador de Bolivia en la ONU alertó sobre el avance de proyectos de derecha extrema en la región y su impacto en los sectores más vulnerables.
Asimismo, enfatizó la necesidad de unidad dentro del movimiento progresista de su país para evitar repetir los errores de otras izquierdas latinoamericanas y remarcó que las ambiciones personales no deberían generar división dentro del oficialismo, sino que los líderes deben priorizar los principios y aspiraciones del pueblo.
Las elecciones en Bolivia, previstas para el 17 de agosto, han agudizado la disputa entre el presidente Luis Arce y el exmandatario Evo Morales (2006-2019) por la candidatura del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
PREGUNTA: Usted afirma en un documento difundido hace unos días que regresó a Bolivia dejando su cargo como representante en ONU para reconstruir el proceso político. ¿Cuál es la situación del progresismo actualmente en el país?
RESPUESTA: El proceso político boliviano se ha construido desde la lucha, desde el levantamiento del movimiento indígena, popular, campesino, minero, obrero. Y es en ese contexto que este proceso político permitió la transformación de Bolivia en los últimos años. Lamentablemente en esta última elección, a partir de la crisis política del año 2019, se ha generado un quiebre dentro de este movimiento indígena popular, lo cual ahora está generando dificultades con miras a las próximas elecciones.
P: ¿Cómo podría producirse esa reconstrucción de ese proceso que, como usted menciona, «se quebró» teniendo en cuenta las declaraciones tanto de Arce como de Morales?
R: Creo que han existido diferentes corrientes dentro del progresismo. No solamente tenemos a Arce, a Evo, sino también, por ejemplo, a Félix Patzi (exministro de Educación, exgobernador de La Paz y líder del Movimiento Tercer Sistema) y a Eva Copa (alcaldesa de El Alto). Creo que un proyecto progresista no tiene que cometer el mismo error que han cometido otros sectores de ir a una elección divididos. Considero que es posible y se debe trabajar para construir un proyecto de unidad, que responda a la mayoría de la población en el país y de esa manera se pueda nuevamente recuperar el movimiento.
P: ¿Cómo se podría apostar a la unidad? ¿Cómo usted podría contribuir a esa unidad del movimiento?
R: Lo importante es recuperar los principios, los objetivos y las aspiraciones del pueblo boliviano. Más allá de los intereses personales que tienen cada uno de los líderes, lo importante es recuperar la base, los principios, los elementos con los cuales se viene construido este proyecto político.
P: ¿Por qué cree que se dio el quiebre entre Arce y Morales?
R: Considero que hubo diferentes desencuentros, distintas formas de ver la gestión del Estado y obviamente también (incidió) la crisis que viene aquejando al país. Son elementos que han generado un quiebre en la visión y la forma de hacer gestión de Gobierno entre Morales y Arce.
P: ¿Podría entenderse que su renuncia durante el Gobierno de Arce es una toma de posición, teniendo en cuenta que usted fue canciller de Morales? ¿Qué mensaje quiso dar?
R: Mi interés en particular es volver a convocar y a movilizar a las bases. Quiero convocar a todo el pueblo boliviano a unirse, porque en caso de una derrota del movimiento progresista, los que más van a sufrir van a ser los obreros, los campesinos, el pueblo.
P: ¿O sea que usted en este momento no está teniendo una posición ni a favor de Arce ni a favor de Morales?
R: Mi posición en este momento es que el movimiento indígena, popular, campesino, urbano, debe volver a salir para ofrecerle al país un proyecto político que sea viable, que nos lleve nuevamente a Bolivia a los mejores lugares en cuanto al crecimiento económico, desarrollo, al logro de los objetivos del desarrollo sostenible.
P: ¿Qué mensaje le daría a Arce y a Morales?
R: Que fundamentalmente piensen en los principios del proceso transformador que impulsamos hace muchos años, que piensen en la mayoría de la población, es decir, el movimiento indígena, campesino, originario, los obreros, los cooperativistas, los profesionales y los empresarios patriotas, quienes apoyaron y acompañaron este proceso político.
P: ¿Por qué afirma en el documento que difundió que el MAS como instrumento político ya no existe?
R: Porque el MAS como tal no es solamente un partido político, nació en realidad como un movimiento de transformación, como un instrumento político, entonces si bien ahora, por diferentes circunstancias, ha perdido vigencia, ya no es el que necesariamente represente a la mayoría de la población.
El elemento central de lo que fue la transformación en Bolivia fue la unidad del movimiento indígena campesino popular, fue justamente los principios que se crearon para tener un instrumento político para poder llegar al poder y de esa manera poder transformar Bolivia. Por lo tanto, el MAS fue no solamente un instrumento político. Hoy, al quedarse debilitado y desacreditado, obviamente ya no tiene la fuerza ni la vigencia que en su momento había tenido como el vehículo, como el instrumento para llegar al poder.
P: ¿Cree entonces que se debería de crear otro partido?
R: Sin duda alguna. Es importante que esa unidad del movimiento popular campesino indígena recree una reingeniería y consolide un instrumento que efectivamente vuelva a representar a todo el movimiento.
P: ¿Analiza presentarse como candidato para las próximas elecciones?
R: Tendríamos que trabajar y discutirlo con toda la población. Creo que lo importante ahora es reconstruir lo que fueron los principios, reconstruir y reunificar al movimiento indígena popular y a partir de ello son las mismas organizaciones, el pueblo, quien decide quien efectivamente lo va a representar en las próximas elecciones.
P: ¿Se puede decir entonces que está abierto a ser candidato?
R: Pues en el año 2020 estuve entre las cuatro personas que podían encabezar el proceso de transformación y en esta oportunidad si la gente así lo decide, si se logra armar un instrumento que efectivamente represente a las mayorías del país, obviamente que estaremos dispuestos a asumir el reto.
P: ¿Cuál es la diferencia que usted tiene con Arce y Morales?
R: Provengo de una comunidad campesina, indígena, del departamento de Potosí (sur). Tengo conocimiento de lo que es la profundidad del movimiento indígena, sus formas organizativas, sus maneras de hacer política, pero también el transcurrir de la vida me ha dado la oportunidad de poder formarme académicamente.
Creo que tengo la formación académica necesaria y la experiencia desarrollada en diferentes organismos internacionales como la OEA (Organización de los Estados Americanos), la Organización de las Naciones Unidas y otros espacios públicos que me han permitido conocer justamente de qué manera se puede construir un mejor país.
Bolivia es un país rico, tiene petróleo, gas, recursos forestales y ahora tiene uno de los recursos más preciados en el mundo, como es el litio. Sin embargo, la gestión pública que se ha llevado hasta ahora desde hace 200 años en el país, no ha permitido que Bolivia realmente pueda construir un proyecto país. Y creo que ahora, más allá de las posiciones políticas y de los intereses particulares, lo que se tiene que trabajar es en un proyecto país que permita de una vez por todas llevar a Bolivia a los mejores niveles de desarrollo y que definitivamente se destierre a la pobreza.
P: Yendo a temas más regionales e internacionales, el 1 de enero Bolivia ingresó formalmente a los BRICS. ¿Qué expectativas tiene al respecto?
R: Sin duda que los BRICS es uno de los espacios que representa a la mayoría de la población del mundo y por lo tanto es no solamente un gran mercado comercial, sino además representa una gran fortaleza política en el mundo y permite generar los equilibrios a las viejas hegemonías que se habían construido en el ámbito internacional y en el multilateral.
P: Usted ha destacado la importancia del litio. ¿Cree que se deben impulsar los dos contratos de industrialización firmados entre la empresa estatal boliviana y las compañías de China y de Rusia que actualmente están parados en la Asamblea?
R: Bolivia necesita industrializar su litio. El país tiene la reserva más grande del mundo y en ese marco creo que es importante que se puedan hacer los contratos correspondientes para poder explotar este recurso natural.
Sin embargo, estos contratos deben responder a los intereses de Bolivia. El país debe tener control absoluto de la producción y la comercialización del litio, porque así lo establece nuestra Constitución política del Estado. Primero, el 51 por ciento debe estar bajo control del Estado boliviano. Y segundo, se debe lograr una industrialización efectiva. ¿Qué significa? La industrialización efectiva es poder producir en el país las baterías de litio. No puede ser que nuevamente, como en el pasado, solamente se exporte materia prima y sean otros países u otros lugares del mundo donde se puedan producir ya los productos finales. Esa es una de las demandas centrales del pueblo boliviano y creo que ese es un tema en el cual se debe hacer énfasis. Pero además, se debe atender de manera precisa a los departamentos productores, en este caso Potosí.
Esta región le ha dado muchísimo a Bolivia y al mundo, porque toda la plata que salió del Cerro Rico de Potosí justamente fue uno de los elementos que mostró este departamento a nivel mundial, pero lamentablemente sigue siendo uno de los más pobres y esa historia no puede repetirse. En ese sentido, el litio debe ser industrializado, pero con contratos que respondan a los intereses de Bolivia y que justamente atiendan los intereses de las diferentes regiones.
P: Trump en las últimas semanas ha amenazado con imponer aranceles a varios países latinoamericanos. Viendo sobre todo el poder que tiene Washington y cómo se están manejando acuerdos bilaterales con Estados chicos, ¿qué pueden hacer los países latinoamericanos en esa negociación con EEUU?
R: Está claro que el Gobierno de Trump es una amenaza para el mundo, no solamente para Latinoamérica. Latinoamérica es una de las regiones que más está sufriendo en este momento por la expulsión de los migrantes. Por lo tanto, creo que lo que corresponde es que en este momento nuestros países latinoamericanos se unan más.
Tenemos diferentes espacios en los cuales podemos generar un comercio, un intercambio propio. Y en este contexto sería importante que desde México hasta la Patagonia Argentina se pueda unir la región y podamos tener un mercado propio, fortalecer nuestra integración y a partir de ello poder construir aquello que en su momento (el prócer independentista) Simón Bolívar había pensado que es la Patria Grande.
P: ¿O sea que cree que la respuesta a este tipo de acciones por parte de EEUU es con mayor integración regional?
R: Sin duda alguna. Solamente una mayor integración, una mayor unión y el fortalecimiento de nuestras relaciones bilaterales entre países latinoamericanos y caribeños nos permitirá hacer frente a otros bloques.
P: Trump afirmó que el Canal de Panamá debería estar bajo control estadounidense y el presidente de ese Estado latinoamericano anunció la salida de su país de la Ruta de la Seda. ¿Cómo valora estas declaraciones?
R: El Canal de Panamá es de los panameños, tiene que conservarse bajo soberanía plena de Panamá. Creo que una declaración de esa naturaleza es una amenaza clara a nuestra integración y a la soberanía de los países de la región.
P: ¿Cree que la decisión de Panamá podría afectar la relación de Latinoamérica con China?
R: Creo que China y Latinoamérica a nivel bilateral han tenido diferentes niveles de relacionamiento, (por lo que) eso no debería generar mayor impacto ya que Pekín tiene tanto inversiones y una relación comercial fluida con varios países de la región.
P: EEUU y Rusia han iniciado acercamientos para poner fin al conflicto en Ucrania. ¿Cuál es su opinión sobre estas negociaciones?
R: Creo que todo espacio que permita la paz en el mundo es importante; sin embargo también será clave que se pueda respetar y que se pueda escuchar los intereses y las exigencias de seguridad para cada una de las partes que están en conflicto.
P: Ante un posible fin del conflicto, ¿cree que deberían eliminarse las sanciones impuestas a Rusia?
R: Definitivamente, ninguna sanción en ningún país del mundo es adecuada. Son sanciones que están al margen del derecho internacional, son medidas extraterritoriales y por lo tanto no deberían aplicarse ni ahora, ni antes ni después.
P: ¿Cuál cree que debería ser el rol de Rusia y de los BRICS para Bolivia y América Latina?
R: Creo que Rusia está a la cabeza de espacios importantes de integración, es el caso por ejemplo de la cooperación euroasiática. Considero que debería haber una relación de igual a igual con los países latinoamericanos, que respete la soberanía de los Estados, que permita negociaciones comerciales. También debe existir una relación bilateral que permita una cooperación mutua en diferentes ámbitos. Sin imposiciones, sin neocolonialismos y sin vulnerar los derechos más básicos que tienen los Estados que han sido declarados independientes.
P: En caso de que ganara el progresismo en Bolivia, ¿cómo cree que debería ser la relación con Rusia y en qué temas sería fundamental impulsar la cooperación?
R: Bolivia ha sido un país abierto y amplio en sus relaciones internacionales y en ese contexto ha fortalecido sus relaciones internacionales con cada uno de los países y de los bloques existentes en el mundo. Sin embargo, con cada Estado existen temas de cooperación específica, por ejemplo con Rusia tenemos la cooperación en los temas de energía, de medicina nuclear y creo que es un aporte importante para Bolivia y seguramente habrán también otros asuntos que en su momento se pueden identificar para fortalecer la relación bilateral y además poder tener una cooperación mucho más amplia.
P: ¿Cree que el progresismo regional debería de interesarse más por la situación de Bolivia y tratar de ayudar?
R: Pues sí, hacemos un llamado a que el progresismo regional pueda acompañar el proceso político boliviano sin intervenir en los asuntos internos del país. Yo creo que sí es importante poder hacer un llamado a los líderes de cada uno de los bloques a pensar en la mayoría de la población boliviana, en los intereses del pueblo para justamente reunificar y poder hacer un proceso político nuevo que represente a las mayorías de este país.
P: ¿Cómo puede impactar a nivel regional en caso de que el progresismo en Bolivia pierda?
R: Bolivia se encuentra en el corazón de Sudamérica y estamos rodeados por países que están cambiando sus sistemas políticos. Por ejemplo, Argentina. Creo que podría ser preocupante que cada vez vayan creciendo proyectos de extrema derecha que no piensan en la mayoría de la población sino que favorecen a sectores económicos privilegiados, centrados en reducir el papel del Estado y fortalecer a los actores más poderosos. Esta tendencia no solo podría deteriorar nuestra economía, sino también agravar la pobreza y aumentar la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos.
P: ¿Cree que eso también podría tener impacto, por ejemplo, en la relación de Bolivia con los BRICS o con Rusia?
R: Pienso que sí, considero que sí puede tener impacto ya que en gran medida los países BRICS tienen una visión más progresista, que está más cercana a las poblaciones. En caso de que haya un cambio político en Bolivia, podría también afectar la relación con los BRICS. (Sputnik)
Internacionales – Diario Digital Nuestro País