En la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) recientemente se sometió a votación la propuesta de condenar el despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa venezolana, y no fue posible que, por unanimidad, se censurara tal amenaza, puesto que nuestro país, conjuntamente con Argentina, Ecuador, El Salvador, Guyana Jamaica, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, optaron por plegarse en favor del imperio estadounidense.
En la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) recientemente se sometió a votación la propuesta de condenar el despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa venezolana, y no fue posible que, por unanimidad, se censurara tal amenaza, puesto que nuestro país, conjuntamente con Argentina, Ecuador, El Salvador, Guyana Jamaica, Paraguay, Perú,
En la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) recientemente se sometió a votación la propuesta de condenar el despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa venezolana, y no fue posible que, por unanimidad, se censurara tal amenaza, puesto que nuestro país, conjuntamente con Argentina, Ecuador, El Salvador, Guyana Jamaica, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, optaron por plegarse en favor del imperio estadounidense.
De nada sirve saber que es un burdo pretexto de los gringos, argumentar que lo que buscan es detener el trasiego de cocaína, puesto que consta que la mayor parte de esta droga llega a Estados Unidos a través de la frontera con México y/o, que proviene de Colombia, desde donde se “exporta” por el Océano Pacífico o por el Mar Caribe; tampoco se tuvo presente que a los gobiernos estadounidenses les interesa más refrenar la “fuga de divisas” que han venido acaparando los capos de los cárteles latinoamericanos, antes que perseguir a los narcotraficantes yanquis que “importan” la droga y que la distribuyen dentro de su territorio, así como a los que producen drogas sintéticas; también se soslayó que la verdadera meta del imperio estadounidense es explotar los enormes yacimientos de hidrocarburos en Venezuela, a precios muy inferiores.
Lo que el gobierno tico hizo al votar en esa forma, al igual que otros ocho sumisos países de Sudamérica y el Caribe, no fue otra cosa que demostrar disposición a la genuflexión ante las imposiciones gringas; al menos fueron 21 naciones las que sí estuvieron dispuestas a proceder con dignidad, a exigir respeto a la soberanía, y a pronunciarse en contra de la extralimitación y el abuso del gobierno estadounidense, que expone al mundo a otra amenaza de confrontación bélica, puesto que otras potencias nucleares posiblemente intervendrán para contrarrestar una hipotética invasión al territorio venezolano.
(*) Nelson Arrieta Piedra es Ingeniero Civil
Opinión – Diario Digital Nuestro País